Mañana

Hoy estoy optimista,
mis líneas no están torcidas.
El folio en blanco parece labrado
al deslizar la punta del bolígrafo,
que estropea su color inmaculado.

Hoy estoy optimista,
el mundo, y sus sinsabores
me resultan un juego,
una representación infinita
llena de disfraces y palabrería
estudiada con antelación.

Hoy estoy optimista,
represento el papel de docente,
después el de trabajador esporádico,
el de amiga incansable,
el de hija abnegada.

Hoy, estoy optimista
y, al llegar la noche,
me iré a dormir
como persona cansada.

Hoy estoy optimista,
¿Mañana?, mañana no sé;
Pero mañana será distinto,
Mañana no representaré.

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