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Mostrando entradas de agosto, 2022

¿Qué hago?

Las oportunidades pasan. Si quieres aprovecharlas, no las dejes escapar. Y esto, traducido a latín aplicado a la existencia, es un “carpe diem” en toda regla. Así que, eso hago: aprovecho el momento. Sin embargo, hay momentos que no se dejan aprovechar. Circunstancias que llevan a esas oportunidades por otros derroteros, sin más.  A un mes de haberte conocido, y haberte tenido muy cerca, quisiera preguntarte si no te arrepientes de haber dejado escapar ese instante. Igual, es no tu respuesta inmediata. Quizás, ni siquiera leas este mensaje de WhatsApp que tiene más caracteres de los que deseas recibir. Aún así, lanzo esa duda; ya sea al aire, a la red o, simplemente, para disertar yo.  Humildemente, creo que las casualidades no existen. No llamo destino a esta afirmación mía. Solo creo que todo ocurre por algo en concreto. A veces, para descubrir algo nuevo en nosotros. Otras para confirmar lo que ya sabíamos. Otras para descolocarlo todo y empezar de cero… Y, hoy 26 de agosto, ¿qué ha

Secretos

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 Plantar un árbol, escribir un libro y follarte.  Luego cambié por plantar un libro,  escribir sobre un árbol  y encender la luz.  Más tarde, pasé  por no regar el árbol,  no sacarle punta al lápiz y no enamorarme.  Al final, todo está anotado como tareas pendientes,  como secretos inconfesables, en noches tormentosas de verano.                       Libélula

"Que yo estoy ocupá"

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 He borrado el registro de llamadas  porque duele ver que hace días que no llamas. Casi borraría tu número,  pero me ilusiono pensando en una más.  Agosto se agota y mis mensajes se quedan aquí,  en mi bloc de notas.  Me cansa la canción del momento,  que pide que no llames. No olvido mis males,  marca y obviamos ausencias, evita mi desconcierto. 

“La ladrona de huesos”, de Manel Loureiro

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 Leer este libro después de haber hecho el Camino de Santiago por segunda vez, ha sido todo un acierto. Parece que aún no he abandonado los bosques gallegos, la tranquilidad de las etapas en silencio o bromeando con amigos.  Sin embargo, hay muy pocas semejanzas con el Camino en el que se ve envuelta Laura y el que he hecho yo. La protagonista, una niña de altas capacidades que fue robada en su infancia para entrar en un programa secreto, no recuerda su pasado. Sale con Carlos y con eso le basta. Están haciendo un recorrido por España y han llegado a Galicia. Allí, sin saber cómo, Carlos desaparece. Laura recibe una llamada oculta que le encomienda una misión: robar los restos del Apóstol para salvar la vida de Carlos.  En el proceso, Laura va recuperando su memoria, la cual se vio afectada tras un atentado. Incluso recuerda de modo instintivo su entrenamiento casi militar, recibido en el Nido durante su infancia. A partir de aquí y con la ayuda de Fernando Cepeda tomará las riendas de