Ilusos en peligro de extinción



Los ilusos están en peligro de extinción. ¡Sí, tal cual! Son una minoría dentro una sociedad pretenciosa, material y altiva. Una ínfima parte dentro de los distintos grupos sociales que, en realidad, conforman uno solo: el de la sociedad de la comodidad. Hoy en día compramos y vendemos todo a través de la red. Nuestros teléfonos, siempre alerta en el bolsillo del pantalón, nos permiten acceder a cualquier punto del mundo; desde el supermercado de abajo de casa hasta la grada de un campo fútbol en Rusia. Todo lo tenemos a la mano. Y lo que podría resultar una ventaja, no es más que un desperdicio de tiempo.

¡Ah, el tiempo! Se nos pasa mirando relojes que son más inteligentes que nosotros mismos y que, incluso, miden los pasos que hemos andado a lo largo del día. Tiempo que ahorramos, comprando la ropa interior por internet; y que desperdiciamos viendo como algunos se destripan en cualquier red social. Somos capaces de malgastar nuestro tiempo seleccionando perfiles en cualquier aplicación para ligar; deslizando para el o para el no con el único criterio de una cara bonita y unas cuantas líneas que saben dónde tocar.

Y entre esa marabunta de segundos y minutos desperdiciados en aplicaciones, redes o compras; entre tanto clic de ordenador y de teclados táctiles; a veces - solo a veces-, hay un iluso. Alguien que espera un mensaje desde Rusia para saber que la final va bien y escuchar el griterío de la grada en directo, vía wasap. O algún enganchado a los datos minuciosos, que espera que su aplicación calcule pasos, calorías y rendimiento. Incluso, alguien que compró un conjunto en Amazon y espera que el mensajero llame a su puerta. Entre esos poquísimos ilusos, alguna vez,puedes encontrarte con quien cree que el tiempo hay que aprovecharlo,con quien apuesta por permitir que las cosas sucedan. Y ahí es justo el momento en el que te has encontrado con un iluso en peligro de extinción.



Luciérnaga

Comentarios

  1. Me encantó! Yo quiero de mayor ser un iluso en peligro de extinción!

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    1. ¡Tiene sus contras! Por cierto, todo un placer que el señor Fran Quintana se pase por mi blog.

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