"Carta de una desconocida", de Stefan Zweig

 Una delicia de novela, cortita y al pie (en argot futbolístico). Podemos descubrir toda la vida de una mujer, que vive enamorada de su vecino. Se trata de un amor cándido al principio, ya que ella es una niña y desconoce lo que siente y por qué lo siente. No obstante, pasan los años, tiene que marcharse y mudarse de ciudad. Y hace todo lo posible por regresar a Viena y volver a verlo. Y en ese momento consuma su enamoramiento, pero sin descubrir su identidad. El amor se ha convertido en algo enfermizo, que subyuga como sentimiento. Aunque sin la figura de la persona amada como tal, ya que el hombre (un afamado pianista) desconoce quién es esa mujer y que está enamorada de él, e incluso que haya tenido un hijo suyo. Esto bosqueja una perspectiva de los hombres bastante cruel e insensible.  


De nuevo pasan los años y se produce un nuevo encuentro, que lleva a la mujer a darse cuenta de que no existe para el hombre al que ama. En la revelación que le hace por escrito, descubrimos que su amor es casi una creencia. Confiesa no creer en Dios, solo creer en él (me recuerda al "Melibeo soy y en Melibea creo", de Calixto); aún siendo consciente de lo insignificante que ha sido en su vida. 


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