"Hay momentos que deberían ser eternos", de Megan Maxwel

 


Lectura facilona que te deja buen sabor de boca en todo momento. Las novelas que he leído de esta autora mantienen siempre un patrón similar: chica conoce a chico; chico quiere estar con ella porque es maravilloso; pero, ella es independiente y no piensa en relaciones. ¿El final? Siempre es feliz, por más desventuras y tragedias que ocurran en la historia. 

De modo que, la historia entre Marc y Eva es más que previsible. El final podría haber quedado perfecto sin el epílogo, pero la autora decide endulzarlo con un apunte de felicidad ibicenca.

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