“Caperucita en Manhattan”, de Carmen Martín Gaite

 “¡Miranfú!” es una de las palabras preferidas de Sara Allen. También odia la tarta de fresa que hace su madre todos los viernes para llevársela a su abuelita que vive en Manhattan. Ambas van a verla desde Brooklyn cada sábado. Se trata de una abuela poco convencional, bohemia y alocada que vive sola por decisión propia y que poco o nada necesita de su hija. Sara está fascinada con todo lo que rodea a su abuela Rebeca.

La muerte de un tío paterno de Sara, le permite aventurarse a viajar sola a casa de la abuela. En su periplo se encuentra con muchos personajes, entre los que destacamos a Miss Lunátic y Edgar Wolf. La primera es una anciana mendiga que descubre a Sara el camino hacia la libertad. El segundo es un empresario exitoso, pastelero para más señas, que ansia conseguir la receta de la tarta de fresa para que su negocio sea perfecto. De modo que el cu encuentro fortuito con Sara y su tarta, le pone en el camino lo que estaba buscando. 

Sara cumple con su propósito de llegar hasta casa de su abuela, pero lo hace después que Mister Wolf. Los encuentra bailando, divertidos y ella decide visitar el lugar que tanta curiosidad despierta en su ánimo: la Estatua de la libertad. 




Comentarios

  1. Esta caperucita parece encontrar algo divertido y muchas sorpresas en lo que al principio veía como una aburrida obligación?
    Pues si es así yo conozco a alguna caperucita más.
    Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"Mujeres que compran flores", de Vanessa Montfort

"Las hijas de la criada", de Sonsoles Ónega

"El infinito en un junco", de Irene Vallejo.